La otra vida, una calle muy conocida en el municipio de Monguí. Allá habitaban personas longevas, con un promedio de 100 a 115 años, a quienes llamaban “los eternos”. Algo típico del municipio son los apodos.
Don Óscar, un carpintero del municipio, lleva viviendo 46 años cerca del lugar. Él recuerda algunos momentos de su infancia en el que este pequeño pueblo no existía. Era un deslizadero, un relieve muy pronunciado que no se podía utilizar en época de invierno porque era muy lizo. Las escaleras fueron construidas y se volvió un lugar transitable y atractivo por su belleza natural.
Otro de los recuerdos de Don Óscar, fue cuando salía con sus amigos a jugar, a correr de abajo hacia arriba sin parar.
Esta construcción fue realizada en el año 1975 por Gregorio Naciarceno Gómez, uno de los grandes tallistas de piedra en el municipio, cuando Don Óscar tenía entre 8 y 10 años.
No sabemos cuánto tiempo más la escalinata acompañará a Don Óscar y a sus vecinos. Lo único cierto es que Monguí guarda el secreto de la eternidad.